María Luisa Fuentes madruga todos los días, ordeña las vacas, ara la tierra, ordena su casa, pasea por el bosque y prepara su comida. Su rutina diaria está llena de responsabilidades; pero no por ello se niega a dedicarse tiempo para ponerse una bonita falda, arreglar su cabello y dejar su rostro pulcro como le gusta. La vida de María Luisa no se parece a las vidas de las mujeres trans representadas en la televisión; ella no es glamour, María es colombiana, campesina y cada día hace frente a la violencia y la discriminación con mucho valor.

Fuentes es la protagonista del más reciente documental del cineasta colombiano Ruben Mendoza, quien conoció a María en Boavita, un pequeño pueblo en Colombia donde vivía el abuelo del director. María y Rubén se conocieron por coincidencia pero pronto desarrollaron una buena amistad y Mendoza decidió contar la peculiar vida de esta mujer transgénero con ayuda de un filme, el cual recibió el nombre Señorita María; la falda de la montaña.

“Cuando Rubén era niño iba de vacaciones a Boavita y conoció a la señorita María, porque ella es un personaje en el pueblo. Siempre le causó mucha intriga su historia y hace como seis años él le propuso hacer un documental de su vida, y ella aceptó”, cuenta Amanda Sarmiento, productora de la película, la cual fue expuesta en la edición 57 del Festival de Cine de Cartagena.

Además agrega: “Todos nosotros nos montamos en el tren para buscar patrocinadores y en ese proceso nos demoramos más de dos años. Cuando recogimos todo fuimos al pueblo y la señorita María desapareció. No nos contestaba, no nos daba razón. La volvimos a ver un año y medio después”.

Y es que María estaba indecisa de participar en el documental, fue gracias a la recomendación de una amiga que finalmente acepto participar, su amiga le planteó un panorama positivo en el que la película le traería cosas buenas y nuevas amistades. No se equivocaba.

“De primeras, la gente era jodidita, como mala, pero yo no me afanaba por eso. Yo, tranquila. Y ahorita ya cambió. Me saludan muy bien, yo también los saludo”, relata María.

El documental nos presenta una narrativa totalmente diferente a la que estamos acostumbrados cuando hablamos de las mujeres transgénero. La vida de estas personas es contada de forma polarizada; ya sea su glamorización y el deseo depositado en su cuerpo, o la excesiva atención en su transición y la exposición de su vida como una desgracia. Señorita María muestra el día a día de una mujer latinoamericana, una historia más cercana, más real hasta cierto punto, pues su identidad se cruza y enfrenta con los prejuicios, creencias y costumbres del pueblo en donde creció.

La historia de María es complicada, su padre y su madre la dejaron al cuidado de su abuela y nunca regresaron; además, del resto de sus familiares poco sabe: “Se olvidaron, y yo también los olvidé. Ni que ellos me jodan, ni yo tampoco”.

Con 45 años de edad, María protagoniza un documental de 90 minutos que expone otra cara de las mujeres trans en américa latina. Esta mujer se convierte en todo el filme en una voz que llama a concientizar sobre la diversidad y reclamar la negada dignidad que la cultura machista y transfóbica le niega a estas mujeres en diferentes partes del mundo.

“Boavita es un milagro, porque no la mató. A la señorita María en cualquier lugar de Colombia perfectamente la hubieran podido matar, y su vida misma es un reto a la muerte”, señala Rubén Mendoza, director del documental.

Fuente: desastre.mx/internacional/senorita-maria-luisa-el-documental