Por: Isabel Dorado Auz.

Esa fue la expresión que utilizó Rosa María O´Leary para referirse al recinto que conocemos como Palacio Municipal y que la líder se rehúsa a reconocer como tal, dado que, dice, el Maloro (Manuel Ignacio Acosta, presidente municipal de Hermosillo) no debe ser reconocido como un reyezuelo, sino más bien como un vil ladrón de cuello blanco, que aprovechó la oscuridad de la noche para iniciar el atraco que se consumaría, eso creen los políticos, en la sesión de Cabildo aquel 27 de Febrero.

Palabras fuertes, sin duda, pero que reflejan el hartazgo al que ha llegado la comunidad hermosillense con tantos políticos que han usado sus cargos públicos para enriquecerse o para incrementar sus fortunas. Políticos que han olvidado el valor de la palabra POLÍTICA y que solo velan por sus intereses propios y de quienes los patrocinan, antes que ver por los intereses del Pueblo en general.

Pesa más el hecho de que al Maloro se le asocie a una militancia religiosa, si es apropiado el término, ya que se esperaría un comportamiento más honesto de las finanzas municipales. Sin embargo, son muchas las huellas que va dejando en su andar de claros mensajes de algo muy parecido al ejercicio corrupto del puesto al que arribó en al pasado proceso electoral. Huellas que pueden seguirse si atendemos a sus propuestas de campaña que le darían un sello característico a su administración, según se decía, y marcaría una muy sana distancia de la administración, también corrupta, de Alejandro López Caballero.

Una promesa que atrajo votos fue sin duda la pretensión del Maloro Candidato de eliminar los famosos retenes acompañados de la prueba del alcoholímetro que era la caja chica de su antecesor, y pretendía, se decía, acabar con esa práctica viciosa que denunciaban no solo los Ciudadanos sino también las Cámaras Empresariales ligadas a la prestación de servicios, principalmente la industria restaurantera. Sin embargo, una vez lograda la alcaldía, los priistas se dieron cuenta que esa caja chica estaba bastante surtida y decidieron mantener esos retenes llamándolos ahora filtros de prevención y participación.

Una segunda propuesta fue acabar con la inseguridad, que en el caso de Hermosillo ha llegado a niveles alarmantes, a tal grado que se piensa que no hay manera de ponerle remedio. El mismo alcalde, en un acto de honestidad tiró la toalla y quiso a través de una página de internet, Infraganti, resolver virtualmente el problema, metiéndose el licenciado en un grave lío jurídico cuando dio a conocer los nombres de los presuntos culpables de los atracos en las colonias más conflictivas. De hecho la policía preventiva municipal ahora está más interesada en perseguir borrachos que a los propios delincuentes, situación que ha ameritado un llamado de atención en la anterior y la actual administración, ya que ese privilegio solo le corresponde a la policía de tránsito.

Una tercera propuesta de campaña fue acabar, de una vez por todas, con el problema que representan los baches en la ciudad del sol. Empezaron muy bien, al menos eso se creía, cuando empezaron a recarpetear vialidades muy importantes, pero a las primeras lluvias la pésima calidad del pavimento quedó evidenciada y hoy pareciera que hay más baches que nunca. Como no hay trasparencia, no sabemos quiénes son los dueños de las compañías que se han visto beneficiadas con las licitaciones, si es que las ha habido, ni la razón por la cual no se les ha obligado a reponer con materiales de buena calidad los desastres ocasionados.

Algo más, que no estaba en el horizonte de la campaña, fue la sorpresa de CONCESIONAR, privatizar, el Servicio de Alumbrado Público y contra lo cual el MOVIMIENTO NO AL GASOLINAZO pronto reaccionará con sendos recursos jurídicos. Por lo visto, no sabremos quiénes son los verdaderos dueños de las compañías que ganaron la licitación, sino logramos incrementar la movilización social y obligar a los “políticos” a rendir cuentas.

Por todo lo anterior, pensar en ese recinto como un nido de ratas, no es una idea tan disparatada, aunque los medios oficialistas traten de desacreditar a esa valiente luchadora social que nos está dando una muestra de DIGNIDAD.

Fotos: Movimiento No Al Gasolinazo Sonora. Llegada del Alcalde Manuel Acosta Gutiérrez y los regidores del PRI a la sala de Cabildo en el Ayuntamiento, a las 5.00 a.m. del 27 de Febrero del 2017, día de la aprobación de la concesión al alumbrado público.