El documental “Huicholes, los últimos guardianes del peyote” se presentó ayer en Plaza Bicentenario, en Hermosillo, en un evento auspiciado por el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA).

La cinta retrata de una manera muy completa la religiosidad de los Pueblos Wixárica (se pronuncia wirrárica), sus peregrinaciones hacia los cuatro puntos sagrados en el desierto Chihuahuense, su relación íntima con la naturaleza y sus ritos espirituales. Uno de esos puntos es el área llamada Wirikuta, en donde se encuentra el cerro El Quemado, municipio de Real de Catorce, al norte de San Luis Potosí. En ese lugar es donde nace la vida, es la casa de los dioses según las creencias de los Huicholes, como les llamamos los mestizos.

Ahí mismo y en todo el valle que rodea la cadena de cerros se recoge desde siempre el peyote, elemento fundamental para el rito con el que los wixárica “comulgan con la carne de sus ancestros”.

El documental narra también la pugna entre los pobladores mestizos locales, los indígenas y las mineras canadienses, en particular la empresa First Majestic, por el intento de ésta última de establecerse y extraer los minerales que subyacen en el cerro y en el valle. Esto acabaría no sólo con todo el ecosistema incluidos sus mantos freáticos, sino también con una parte importante de una cultura prehispánica que sigue viva y fuerte.

La lucha de los wixárica por conservar El Quemado los llevó hasta la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Nueva York, y hasta las mismas oficinas de First Majestic, en Canadá. El movimiento tuvo otros dos eventos muy importantes: en 2012 se organizó por primera vez el concierto Wirikuta Fest en el Foro Sol, en la Ciudad de México que incluyó a varias bandas muy reconocidas: Café Tacuba, La Maldita Vecindad, Caifanes, Bumbury, Calle 13, entre otras. En contraparte, y en ese mismo año, una reunión de muchos pueblos wixáricas se llevó a cabo al pie de El Quemado, en una asamblea comunitaria de solidaridad pero también profundamente espiritual. Muchos ancianos y ancianas, marakames (sacerdotes) y pueblo en general comieron, bailaron y rezaron hombro a hombro para proteger a su tierra.

Para los wixárica la naturaleza es parte esencial de su espiritualidad, todo para ellos es sagrado. El peyote es el vehículo para conocerlo todo: “es como si fuera un espejo, si usted no ha llegado al espejo, no sabe nada de qué se trata. Pero cuando usted recibe la medicina, la medicina te enseña el porqué del mundo, como nació el mundo, sabrá el porqué de la nube, del cielo, las estrellas, de Tata Sol, de la Luna. Sabrá cómo nacer, sabrá cómo morir. El dios no está lejos, el dios está ahí cerquita, delante de usted”.

Ganadora de varios premios a nivel mundial, el documental es largo (126 minutos) y por momentos reiterativo. Pareciera que el director Hernán Vilchez está enamorado de lo que está mostrando y no quiere que termine. O quiere que nos quede bien claro el mensaje: hay una sabiduría ancestral que nos increpa constantemente. Si no cambiamos nuestros hábitos, condenamos  a la verdadera riqueza a la ruina.

Daños controlados

No deja, sin embargo, de llamar la atención como los gobiernos priístas de Hermosillo y de Sonora, exhiban una cinta donde se critíca, llana y claramente el modelo extractivo-depredador de las compañias canadienses. First Majestic está también en Sonora, en Banámichi, por cierto, y ya la gobernadora Pavlovich ha declarado a Sonora como estado “amigo de la minería”.

Por otro lado, la intervención de los wixárica en la ONU es el antecedente de la presencia de los Yaquis en ese mismo recinto, ocurrida hace apenas unos días, en demanda de la cancelación del Acueducto Independencia y demás obras hídricas que afectan a sus pueblos.

Es decir, lo plasmado en el documental está totalmente actual y vigente en el Estado de Sonora, y acicata dos temas por demás sensibles para este gobierno: la minería y la pugna por el agua de los Yaquis.

“Son daños controlados”, me dijo alguien al salir del documental: “así nadie los puede acusar de intolerantes, a esas proyecciones va un puñado de la población, y casi siempre son los ya convencidos. Funciona como válvula de escape”.

¿Será?

Redacción/Libera Radio.

Huicholes: Los Últimos Guardianes del Peyote / The Last Peyote Guardians (multi-subs) from Kabopro Films on Vimeo.