Campaña en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio: tenemos que caminar juntos

Del 22 al 26 de julio se llevaron a cabo en Sonora y Sinaloa, las actividades de difusión de la Campaña Nacional en Defensa de la Madre Tierra y el Territorio. Durante 5 días, una comitiva formada por integrantes de comunidades étnicas y movimientos sociales recorrieron las regiones del estado para presentar las acciones, dialogar y tomar acuerdos con las comunidades frente a las amenazas, despojo y depredación que enfrentan los pueblos y sus recursos, a causa de la implementación de megaproyectos mineros, hidroeléctricos y turísticos, entre otros.

La comitiva estuvo formada por Gabriela Molina, de la comunidad Comcáac-seri de El Desemboque; Óscar Velázquez, gobernador tradicional de los Tohono O’adham; y José Luis Fernández, vocero del movimiento de San Francisco Xochicuautla, Estado de México, quienes a través de la exposición de las condiciones y luchas que enfrentan en sus propias regiones, dieron a conocer los objetivos y razones de la campaña.

Con tres mensajes principales, en la iniciativa participan 180 organizaciones, pueblos, comunidades y barrios de distintas regiones del país:

Difundir en todo el país las luchas e historias de la defensa de la tierra, la vida y el territorio. Explicar cómo “nuestra Madre Tierra está siendo destruida y nos está siendo despojada, haciendo morir a la naturaleza, a nuestras comunidades, barrios y pueblos y explicaremos porqué creemos que es importante preservarl@s”, en defensa de la vida, del futuro y el presente digno de todas y todos.

Difundir la palabra por todos los medios para explicar y denunciar cómo esta destrucción le da ganancias “a los señores del dinero y a esa ganancia depredadora, ellos les llaman desarrollo y progreso”.

Hacer visibles las alternativas de vida y de gobierno que en los pueblos y ciudades se están llevando a cabo, para demostrar lo que es un verdadero desarrollo y que sí es posible otra forma de vivir en sociedad respetando la madre tierra, sembrando futuro y no muerte.

En su paso por Sonora, la caravana llegó a las comunidades Comcáac de Punta Chueca, Aconchi en la zona del río Sonora, Carbó (que cuenta con presencia de la tribu Tohono O’adham),  el territorio Yaqui de Vícam y Lomas de Guamúchil, y finalmente el asentamiento Mayo de Mochicahui, Sinaloa.

Primera estación: Punta Chueca

Con la gestión de Gabriela Molina, en el estado de Sonora,  la caravana dio inicio el pasado viernes 22 de julio en la comunidad Comcáac-seri de Punta Chueca. Alrededor de las 16:00 horas, los visitantes fueron recibidos por el gobernador tradicional, Genaro Herrera Astorga. También participaron don Antonio Robles, del Consejo de Ancianos, y Roberto Molina, cantor y danzante.

En el encuentro, las autoridades de la etnia se reunieron con la Guardia Yaqui, encabezada por el gobernador de Vícam, Ofelio Beteme Leyva. Los dos grupos no se habían visto de frente al menos en los últimos veinte años.

Poco apto para la agricultura, en el territorio Comcáac se desarrollan sus actividades de gran importancia cultural patrimonial tales como la protección de sitios considerados sagrados y la flora y fauna del lugar. Sin embargo, tanto el territorio como el propio mar de Cortés están amenazados por proyectos empresariales de gran escala.

De acuerdo a Gabriela Molina, integrante del grupo de defensores, el territorio, es un lugar de reproducción del venado y del borrego cimarrón y además cuenta con la zona de pesca del Canal del Infiernillo. “También colinda con los lugares en donde están las plantas sagradas que usamos para nuestras artesanías, como la jojoba y el torote, y es por lo tanto un sitio de importancia material espiritual para la sobrevivencia de nuestro pueblo”.

En el lugar, La Peineta Minera S.A. de C.V. desarrolla un proyecto de explotación que para 2015 ya había extraído 300 toneladas de tierras devastando al menos 31 kilómetros: “No hemos calculado en kilómetros pero si las afectaciones se miran en el cerro, no a lo largo, incluyendo los caminos que abrieron de territorio indígena.  Según el grupo Defensores del Territorio comca´ac, integrado por jóvenes mujeres de ese pueblo, cerca de la mitad de las tierras que les pertenecen colectivamente han sido concesionadas para la exploración y explotación minera.

Al proyecto minero se le agrega los intentos de la empresa Tiburón Agua y Electricidad S.A. de C.V, que busca instalar el proyecto denominado  “Hermosillo Desalination and Tidal Electric Generation Project”  (Proyecto de desalinización de agua y de producción eléctrica mediante energía maremotriz Hermosillo). Sus promotores empresariales consideran que será “uno de los más grandes del mundo jamás vistos”. Como el nombre lo indica, el proyecto tiene un doble objetivo: construir una “gigantesca unidad de desalinización” y una “central maremotriz de producción de electricidad”. Es decir, las empresas necesitan el territorio como abastecedora de agua potable después de su tratamiento y a las fuerzas naturales marítimas como productoras de energía eléctrica. Ambos proyectos orientados a generar ganancias -con una inversión calculada en 1500 millones- busca vender energía y agua al estado de Sonora, al noroeste mexicano y en especial, al sudoeste de Estados Unidos en el mediano plazo.

Mientras el territorio marítimo y terrestre es buscado por las empresas como origen de ganancias, los mismos bienes y territorios son defendidos por los comcáac para la subsistencia del pueblo. Los pobladores denuncian que dichos proyectos pueden acabar con sus fuentes de sobrevivencia, provocar desplazamiento forzado, contaminación, extinción de especies y daños a la salud.

En sus comunidades, de la mano de la Guardia Tradicional, elegida por el Consejo de Ancianos y el gobernador tradicional, detuvieron el funcionamiento de la minera.  Exigen la cancelación de los proyectos, indemnización por daños ecológicos, indemnización por expropiación de tierras, reparación de daños. En el trayecto, han sufrido numerosas amenazas y acoso.

José Luis Fernández, vocero de San Francisco Xochicuautla

“Nosotros estamos siendo parte de los despojos. Se nos pretende imponer un proyecto carretero, es una autopista denominada Toluca-Naucalpan, pero que a todo eso lo han venido acompañando las diferentes violaciones a nuestros derechos humanos, las diferentes violaciones a la ley; porque realmente eso es lo que usa el gobierno para poder imponer sus proyectos y poder despojar. Después de varias represiones hemos tenido hasta este momento 22 compañeros detenidos, varias represiones donde han sitiado, la policía sitia nuestra comunidad, cientos de policías, golpean a niños, golpean a mujeres…a grandes rasgos quiero comentarles esto, porque esto es lo que estamos sufriendo muchas comunidades como nosotros…Es cierto que tenemos nuestro territorio, es cierto que somos una nación, pero también es cierto que el gobierno pone los ojos en nuestros territorios y en nuestros recursos naturales. Y tenemos que unirnos. Nosotros en la comunidad decimos: tenemos que unirnos, tenemos que juntar nuestros brazos, tenemos que caminar juntos, tenemos que juntar nuestros corazones, levantar los puños juntos y hacer un solo frente para decirle al gobierno, basta”.

 

Para escuchar el audio completo con la participación de José Luis Fernández, siga este enlace.

 

Recopilación de datos: Alonso Castillo (con información de Campaña Nacional por la Defensa de la Madre Tierra)

Relacionado:

Policías del Edomex desalojan a habitantes de Xochicuautla, que se oponen a un proyecto de Higa

Integrantes de la ONU constatan desalojo en Xochicuautla

Xochicuautla, la comunidad otomí sobre la que se construirá una autopista