Foto: Carlos Cabal Obrador/Cuartoscuro.com

#DiasdelFuturoPasado volumen 53

Jorge Tadeo Vargas

El diario la marea publicó hace unos días un artículo sobre una ciudad en Ghana que está en peligro inminente de desaparecer con el aumento del nivel del mar. Esto producido por el calentamiento global que es una de las consecuencias directas de la crisis climática que vivimos actualmente. El artículo hace todo un recorrido por un pueblo costero, el cual cada año sufre severas inundaciones que son producto del gran deterioro ecológico que viven en lo local a causa del turismo de sol y playa, que se suma a los cambios en el clima a nivel global.

Por si fuera poco, la pobreza extrema en la que se encuentra la mayoría de la población no permite que se ponga en marcha desde la propia comunidad las medidas de adaptación adecuadas para sobrellevar esta situación. Esto va generando un impacto socioambiental que se ira agravando más, hasta llegar al desplazamiento forzoso de las poblaciones que cohabitan en esta zona.

No hay más este escenario lo iremos viendo cada vez más, así como las ciudades y/o comunidades en riesgo de desaparecer por el aumento del nivel del mar irán en aumento. Estudios reciente muestran que el glaciar conocido como “del juicio final” ha perdido un billón de metros cúbicos de toneladas de hielo, con lo que el aumento del nivel del mar se dará entre cincuenta centímetros a un metro. La desaparición del Thwaites, su nombre real, pone en riesgo a todos los continentes y no hay como detenerlo. Una realidad más allá del modelo de producción-consumo.

La nota del pueblo de Ghana me recordó lo que ahora se vive en Tabasco, que además no es algo nuevo, aunque la actitud de López Obrador de desfogar las presas, causando un daño mayor a muchas poblaciones y ecosistemas, este escenario se vive siempre en las temporadas de huracanes o cuando es temporada de lluvias fuertes. La situación es muy difícil de remediar por muchas razones, principalmente por las condiciones geológicas del Estado, el cual en su mayoría esta por debajo del nivel del Mar (la ciudad de Tabasco esta diez metros debajo del nivel del mar). Además de que, como todo el país, la falta de un ordenamiento territorial, políticas publicas adaptadas a las condiciones y características del Estado, una falta total de verdadera gestión hídrica, donde el agua se ve como un negocio, más allá del entendimiento de la gestión de cuencas.

Existen ciertos factores para tener en cuenta para entender lo que sucede en Tabasco. Si bien es cierto, la falta de sensibilidad por parte del gobierno federal en este momento inundando gran parte del Estado por una ignorancia criminal al desfogar las presas, es importante conocer los factores que hacen que Tabasco se inunde para que se puedan tomar las medidas adecuadas de prevención y adaptación.

Foto: El Dictamen.com

Primero: la evidencia científica nos dice que la crisis climática que estamos viviendo, que tienen en el calentamiento global como una de las consecuencias que más afectan a los océanos en primer lugar y con el aumento del nivel del mar los daños a las comunidades costeras, ha condenado a muchas poblaciones a desaparecer. En este momento no hay mucho que hacer con eso. La falta de una política ambiental integral que tenga como eje principal la crisis climática tiene en jaque a gran parte del Estado de desaparecer. No es ser catastrofista, es una realidad fundamentada en la ciencia climática. Desde donde los gobiernos y las comunidades deben de actuar para que llegado el momento se pueda minimizar el impacto. Principalmente los desplazamientos.

Segundo: el modelo de producción-consumo ha dejado un deterioro ecológico devastador en la región. No solo se han perdido ecosistemas terrestres por el crecimiento urbano, la agroindustria, la industria en general; sumado a esto también se han perdido ecosistemas marinos, tanto costeros, de mangle, entre otros, teniendo como principales causas la industria petrolera con extracción y la refinería, la sobrepesca, principalmente la de arrastre y el turismo de sol y playa. Como en todo el país se necesitan políticas de remediación socioambiental de forma urgente; aunque esto seria un paliativo que desde el propio sistema no soluciona mucho o no soluciona nada, repito, es urgente. Ya no se puede seguir actuando cuando el desastre ya ocurrió. No hay nada de prevención.

En el tercer punto está la crítica directa al gobierno actual en los tres niveles que incluso el actual que presume en su discurso de “primero los pobres”, pero que actúa ya cuando el problema los rebasa, por lo que sus medidas no son ni las adecuadas, ni las correctas, al contrario, en este momento son criminales y ecocidas. ¿Había otra solución para controlar el problema de las presas? Sí, la gestión de cuencas, previo a esta problemática. Si el Estado reconoce la crisis climática debe de buscar las medidas de adaptación que resuelvan el mínimo de este problema, además de reconocer que la crisis climática va a desaparecer muchos pueblos costeros, por lo que se debe de buscar medidas de prevención ante esto. Esto el gobierno lo obvia, aplicando de manual la doctrina del schock a raja tabla.

Es importante reconocer que el rompimiento del tejido social, que se ha venido agravando con el distanciamiento social producido por la pandemia/cuarentena actual no ayuda a buscar medidas de adaptación o un mínimo de solidaridad para con las afectadas. El mejor ejemplo son los medios de comunicación que justo en este momento cuando la problemática continua, prefieren cubrir la visita estéril del presidente que las inundaciones y lo que las poblaciones están viviendo. Hay más notas sobre los discursos y las acciones del gobierno que sobre las personas que están siendo afectadas.

Por último insistir en el accionar del gobierno federal que ha sido quien ha tomado las decisiones más criminales en Tabasco, continuar con el modelo de producción-consumo basado en la extracción del petróleo que conlleva la construcción de la nueva refinería justo en ese Estado, seguir promoviendo el turismo de sol y playa que acaba con manglares y costas, la agroindustria, los agrotóxicos, la devastación de la selva y otros ecosistemas, sumados a la crisis climática que es una consecuencia del propio modelo.

“Si no hubiéramos desfogado Peñitas, Tabasco se hubiera ido a pique” : López Obrador. Foto: lopezobrador.org.mx

Desde la rebelión contra la Elisyum

Noviembre del 2020

Jorge Tadeo Vargas. Vive con sus dos amores en una relación poliamorosa, en una casa donde las perras y gatas superan en número a las humanas que viven bajo su dictadura. Es biólogo, anarquista, activista, ensayista, escritor y panadero casero. Ha escrito a la fecha cinco libros (novela, cuentos y ensayos) y colaborado en algunos colectivos. Desde hace ocho años escribe una columna regular en Libera Radio.

Es el coordinador no oficial de LIDECS, colectivo que busca mediante la investigación aportar a la búsqueda de la justicia socioambiental. No puede vivir sin música, la cual suena todo el día en casa.