El abogado y entrenador de fútbol de 31 años, abusó de al menos un centenar de menores de 16 años de edad, además de esto, se le comprobó que grababa sus relaciones sexuales con los menores y distribuía el contenido pedófilo.

Es conocido como ‘El Pederasta de Instagram’, pero su nombre es José Ángel, el hombre fue encontrado culpable de los delitos de abuso sexual, captación y utilización de menores de edad con fines pornográficos, difusión de material pornográfico, corrupción de menores, tenencia de pornografía infantil y exhibicionismo, por lo que fue sentenciado a 686 años de prisión.

Como su apodo lo dice, el pederasta atraía a sus víctimas a través de las redes sociales como Instagram, haciéndose pasar por una joven de nombre “Lorena” y así mantener conversaciones libidinosas con los menores, a quienes les prometía realizar un trio pero con la condición de que primero mantuvieran una relación con su amigo “José”, que era él mismo.

Fue así como logró tener relaciones con los menores, esto sucedía en su oficina, en donde eran grabados para posteriormente distribuir el material pornográfico. Los menores creían que luego de pasar por “José”, conocerían a “Lorena”.

Para cuando esto pasaba, los menores ya habían recibido de parte de “Lorena”, videos y fotografías de una joven que presuntamente era ella, en ese material se podía ver a la joven desnuda o masturbándose.

“A su vez solicitaba a los menores la remisión de fotos y vídeos desnudos, concentradas en sus genitales, en muchas ocasiones masturbándose”, pero no solo era ese su modus operandi, en ocasiones también se presentaba como una persona mayor, enviaba fotografías falsas de mujeres y pedía a los menores devolvieron fotos de ellos desnudos o masturbándose.

Luego de esto, ya una vez con el material, el pederasta amenazaba a sus víctimas para que mantuvieras relaciones sexuales con él, en otras ocasiones ofrecía regalos o dinero para obtener su confianza y lograr que se realizarán los encuentros sexuales.

Los abusos ocurrieron entre 2015 y 2018, y a pesar de que muchos de los menores borraron las conversaciones por vergüenza, los investigadores lograron tener acceso a centenares de imágenes mensajes y videos, esto y los testimonios de las víctimas y pruebas físicas ayudó a lograr una sentencia contra el acusado.