En 2013, la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia reconoció que no hay diferencias en la salud mental entre los hijos de padres heterosexuales y aquellos criados por padres pertenecientes a la comunidad LGBT. “Si bien estos afrontan retos mayores por el ambiente hostil y la discriminación con el que se enfrentan con frecuencia, no difieren en su identidad sexual, ni en su comportamiento adaptativo, ni tienen mayor riesgo de ser víctimas de abuso sexual. En suma, no hay diferencia entre unos y otros. Es la calidad de la relación entre padres e hijos la que afecta su desarrollo”

Por: Oscar Espinoza.*

La Santa Inquisición llegó a lo que hoy es América Latina junto con la Conquista española, siendo establecida por Felipe II en 1570, y tuvo tribunales en México (México), Lima (Perú) y Cartagena de Indias (Colombia). El Tribunal eclesiástico fue establecido para inquirir y castigar los delitos contra la fe y sus orígenes se encuentran en la persecución de las herejías populares del siglo XII, sin embargo en América tenía como funciones ser la policía de las buenas costumbres, reprimir los extravíos de una mística irrefrenada, extirpar todo tipo retoño de islamismo y del judaísmo, que fueron eliminados de la metrópoli y de impedir la entrada del protestantismo en las nuevas tierras.

marcha-2En Lima, Perú aún se conservan lo que en su momento fue la sede del Santo Oficio. En una visita guiada se puede observar que inicia en las catacumbas con sus múltiples aparatos de tortura con el fin de obtener la confesión; seguido de la Sala donde se desarrollaba los juicios de la Santa Inquisición, mostrándonos la ruta por la cual pasaban los acusados de actos de “herejía”, y luego de la sentencia ser ataviados con el “sambenito” con el que transitaban hacia otro lugar donde se cumplía la condena sea quemado en la hoguera, ahorcado por garrote o ser azotados.

Lo ocurrido este sábado en la llamada marcha por la familia del FNF, describe gráficamente lo que hace más de 500 años aconteció en la historia de América colonial. No fue por actos contra la fe o herejía, pero si fue porque los matrimonios igualitarios y las personas con preferencia sexual, no heterosexual,  contravenían el “diseño original de familia”, de la “familia natural”. En ese sentido la marcha por la familia, puede ser catalogada como un rezago de la Santa Inquisición con la constante propaganda mediática donde se insistía en el “daño” que se le provoca o provocaría a la niñez,  apelando a la mentira o una tergiversación de sus creencias. Ahora ya no es el judaísmo o protestantismo que se debe de impedir o castigar, sino la “Ideología de Genero” promovida por las trasnacionales según quienes promueven el FNF. Cada argumento que han esgrimido no tiene nada que se sustente en la ciencia y es lo que menos les preocupa siendo que han recurrido desde un inicio a la mentira y a provocar el miedo y con ellos desatar el miedo y odio, en particular a la población LGBT, corroborando que somos a nivel mundial el segundo lugares en crímenes de odio hacia personas no heterosexuales. Como hace mas de 500 años no habrá razón científica que sea más poderosa que sus creencias en el “diseño origInal”.

Foto: Jeniffer Yánez.

Ignoro si las personas que marchaban tenían muy en claro las razones por las que fueron convocados, aunque por las múltiples entrevistas no tenían argumentos que sustentaran sus consignas y que ponen en cuestión sus razones para asistir y las repercusiones de su participación en dicha marcha.

En las diversas intervenciones de oradores y oradoras al final de la marcha se escuchaban frases como  “defensa de la familia”, “educación ideologizada por el Estado”, “imponer la ideología de género”, “familia fracturada” o “familia incompleta”, “No le toca al Estado decir o imponer como educar a nuestros hijos, educar la familia” “las familias mexicanas estamos en contra de la iniciativa que quiere imponer”, “No estamos discriminando a nadie, pero lo más sagrado es la familia”, toda un hoguera simbólica hacia la población LGBT.

En todas las expresiones va implícita no solo la discriminación y homofobia sino que aun siguen considerándolas “enfermos y enfermas” y por tanto no tengas los mismos derechos y responsabilidades que el resto de la ciudadanía. No es novedad este discurso en diferentes momentos de la historia los sectores conservadores han segregado y discriminado a la población indígena, población afro, mujeres, por poner algunos ejemplos, y todo ello con base en “creencias” o prejuicio. En el caso de la población LGBT el Dr. Juan Ramón de la Fuente opina que, “Es increíble que entre los argumentos de quienes insisten en discrminar ante la la ley a personas con orientaciones sexuales diversas y en segregarlas socialmente, se esgriman de supuestas razones de salud física o psicológica”, asimismo menciona que “Desde 1973, gracias en buena medida a los trabajos a los trabajos del Dr. Robert Spitzer…en un proyecto de clasificación de enfermedades mentales, la homosexualidad dejo de ser considerada como una enfermedad… Era un prejuicio al que la ciencia puso en evidencia”, sin embargo la “etiqueta de enfermos, por fortuna, desapareció formalmente, pero no así el hostigamiento, el rechazo, la presión social y la violencia de los que son objeto los no heterosexuales. Lo estamos constatando en estos días. Ese es el verdadero origen de su angustia: el estrés al que los someten, empezando a veces por la propia familia, la escuela, el médico inepto, la iglesia, la comunidad. La responsable es, en el fondo, la ignorancia. Quizá por eso se pretenda ahora, además, justificar tales embates por razones de salud, esgrimiendo diagnósticos inexistentes, en aras de proteger a los niños de supuestas agresiones. Otra barbaridad”.

Foto: Jeniffer Yánez.

En cuanto a las supuestas secuelas psicólogas en los niños y niñas adoptados por parejas no heterosexuales señala que : “…el impacto en la salud mental de los niños adoptados por parejas del mismo sexo (y de las comunidades no heterosexuales en general)… estudios en muy diversos países. No hay evidencia científica que haya podido demostrar diferencias significativas en la autoestima, el neurodesarrollo, la capacidad de adaptación, el rendimiento escolar o alguna forma de patología mental entre estos niños y aquellos que han sido criados por parejas heterosexuales”.

En 2013, la Academia Americana de Pediatría expresó su respaldo a los matrimonios civiles del mismo sexo y al derecho que les asiste de adoptar hijos si así lo desean. La mejor forma de proveer seguridad y estabilidad, dice el documento técnico, es a través del matrimonio de los padres independientemente de su orientación sexual. Unos meses después, fue la Academia Americana de Psiquiatría Infantil y de la Adolescencia la que reconoció que no hay diferencias en la salud mental entre los hijos de padres heterosexuales y aquellos criados por padres pertenecientes a la comunidad LGBT (en referencia a la población lésbico, gay, bisexual y transexual). “Si bien estos afrontan retos mayores por el ambiente hostil y la discriminación con el que se enfrentan con frecuencia, no difieren en su identidad sexual, ni en su comportamiento adaptativo, ni tienen mayor riesgo de ser víctimas de abuso sexual. En suma, no hay diferencia entre unos y otros. Es la calidad de la relación entre padres e hijos la que afecta su desarrollo”

“El matrimonio igualitario, por el contrario, ha mostrado ser un factor de estabilidad emocional entre los miembros de una comunidad que ha sido históricamente segregada. Confiere, no sólo protección legal, es decir, derechos, sino también aprobación social y, al ser tratados por igual ante la ley, se incide positivamente en la salud mental tanto individual como colectiva. Es decir, no sólo la de los directamente afectados, sino también de la comunidad a la que pertenecen y del entorno en el que viven. La negación de este derecho, que constituye un injusto rechazo social, es capaz de generar temores y ansiedad, y es eso lo que genera algunas formas de patología más severa como la depresión y la angustia, entre otras. Quienes se empeñan, pues, en excluir a la comunidad no heterosexual de sus derechos, del acceso a una vida social respetada y respetable, se convierten así en una suerte de vectores de trastornos mentales”.

marcha-4Por supuesto que este argumento de un profesional respetable en Psiquiatría poco o nada les importara ya que como mencionó una de las oradoras es parte de una “ideología ajena a la biología, antropología y sociología” no dudarían en quemar libros si fuese necesario a fin de que no se les imponga una “ideología de género”.

Entre las acciones que emprenderán para la próxima marcha nacional que se llevará a cabo el 24 de septiembre además de difundir el mensaje del “diseño original”, fueron instados a invitar a  10 personas por cada asistente, lo cual implica que apenas es el inicio y que los sectores progresistas tendrán una ardua labor. Está en nuestras manos, por los medios a nuestro alcance si retrasamos el reloj histórico a 500 años atrás o si impulsamos una educación científica y una sociedad democrática.

Paradójico que haya sido en el museo de la Universidad de Sonora donde se instaló el escenario de la hoguera verbal y cuestionable el origen de los recursos o las influencias de las que se valieron para el despliegue de logística que hicieron gala los organizadores y organizadoras de la marcha por la familia. Si bien fue parte del sector conservador que impulsó la marcha no se puede desestimar su capacidad de incidencia política por parte de quienes forman parte de los sectores de poderes fácticos. Desestimarlos sería igual a como se desestimó en su momento a Donald Trump. La cruzada del FNF, hoy por hoy es contra la población LGBT ¿esperaremos de brazos o piernas cruzadas quienes serán los próximos “demonios” contra quienes emprenderán otra marcha?

No todo es sombrío en este verano cálido. La otra cara de la moneda fueron el grupo de jóvenes que se concretaron en las escalinatas del museo de la Universidad de Sonora y en el que se apreciaba a organizaciones feministas como “La Marcha de la Putas” y “Colectivo Nosotras“. Si bien numéricamente no tenía comparación con la marcha de la familia, quizás la clave para una sociedad incluyente se haya plasmado gráficamente ahí: “unidad y solidaridad entre las diversas organizaciones progresistas y democráticas”.

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