Mensaje del Corredor Biológico y organizaciones a la Gobernadora Claudia Pavlovich y a la Presidenta Municipal Célida López.
Lic. Célida Teresa López Cárdenas. Presidenta Municipal de Hermosillo.
Lic. Claudia Artemisa Plavlovich Arellano. Gobernadora del Estado de Sonora.
A LA OPINIÓN PUBLICA
Las y los ciudadanos independientes, colectivos ambientalistas, empresarios, profesionistas, académicos, artistas, estudiantes, deportistas, médicos, comunicólogos, periodistas, obreros, mujeres en lucha, comerciantes, promotores culturales y científicos que construimos y apoyamos, desde nuestros escenarios y formaciones, la iniciativa del Corredor Biológico de Hermosillo,
MANIFESTAMOS:
Nuestra gran preocupación por la aprobación en el cabildo de Hermosillo, de la intención de vender un bien público que actualmente reconocemos como área verde, deportiva y de esparcimiento de los hermosillenses; esto, con la finalidad de destinar la mayor parte del recurso obtenido por la venta, a la supuesta solución del problema de los baches en nuestra ciudad y porcentajes menores a apoyar a empresarios para superar la contingencia sanitaria que hoy nos afecta; así como a la construcción de otros campos deportivos. Aunque reconocemos la necesidad de infraestructura segura en nuestra ciudad, y somos completamente sensibles a la situación que hoy nos afecta a todos los Hermosillenses; no estamos de acuerdo con la decisión de sacrificar áreas urbanas que nos proporcionan beneficios sociales, de salud pública y ambientales tan necesarios para nuestra ciudad.
Nos preocupa, porque tal y como lo hemos hecho público en reiteradas ocasiones; trienio tras trienio, sexenio tras sexenio, durante décadas, los diversos gobiernos municipales y estatales han ido mutilando nuestras áreas verdes; contrario a lo que la comunidad local e internacional reconoce como un derecho humano para el bienestar social. Estas acciones las han justificado una y otra vez con el pretexto de resolver los mismos problemas, que, al no ser atendidos adecuadamente, vuelven a surgir.
Para una ciudad como la nuestra, enclavada en uno de los desiertos más calurosos del mundo, es alarmante que en 120 años no se ha vuelto a construir otro bosque urbano como lo es el Parque Madero, cuya superficie representa apenas el .047% como núcleo verde; sumado a la tragedia muy sentida por la ciudadanía, de la destrucción del bosque de Villa de Seris con sus 661 árboles, muchos de ellos monumentales, para favorecer la siembra de un gran estacionamiento que da servicio a un complejo comercial, con el engaño de construir ahí un centro cultural que jamás se terminó. Esto, cuando al mismo tiempo creció la plancha de asfalto y cemento sin control debido a la nula planificación.
Para nuestros hijos, se acabaron los paseos seguros por las calles de nuestra ciudad, las albercas públicas, los centros recreativos y a falta de infraestructura urbana, se nos niega incluso ver el horizonte de la presa y los paisajes con agua que desaparecieron de nuestra experiencia, pero lucen con todo su esplendor en cotos privados de alta plusvalía.
Sabemos que tardaremos años en dotar a la ciudad de la infraestructura verde tan necesaria para sembrar y cosechar el agua que expulsamos de la ciudad, sin infiltrarla; sabemos que revertir el efecto de las islas de calor presentes en el verano será difícil de solucionarlo en el tiempo que resta a nuestros gobiernos, pero, sobre todo, sabemos que con estrategias claras y duraderas lo podemos lograr. Está en nosotros no retroceder en el camino.
Hoy manifestamos, que el tiempo se agotó, que es necesario que todos los actores sociales, las escuelas, los gobiernos y las empresas actuemos de inmediato. Todos sabemos que la falta de espacios recreativos públicos elevan los índices de riesgos relacionados con la salud, la seguridad pública y la calidad de vida; sabemos que la actual epidemia y las que vendrán, están directamente vinculadas a la destrucción de los ecosistemas al provocar que la fauna se desplace a las zonas conurbadas; que el grave problema de seguridad pública y violencia doméstica también se multiplica ante la falta de espacios públicos de contención; y en el terreno global, sabemos que los gobiernos tienen la gran responsabilidad de cumplir a cabalidad con los códigos generales y acuerdos internacionales para cosechar y sembrar agua, además de controlar, administrar y secuenciar el crecimiento de una ciudad verde, ya que las ciudades consumen el 75% de la energía producida y son responsables del 80% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Actualmente estamos viviendo tiempos de incertidumbre y confinamiento; por lo que sería irresponsable no hacer un ejercicio de valorización hacia nuestro entorno y su patrimonio natural.
Respecto a nuestra actuación, manifestamos que nos mueve un profundo sentimiento de transformación a partir de la llegada a la presidencia de un gobierno progresista y que hemos decidido marcar la pauta como ciudadanos en acompañamiento con nuestros gobiernos. A quienes no debemos abandonar, como bien ha dispuesto el presidente de la República en su tarea de decidir el futuro de nuestros pueblos y menos cuando está en juego el bienestar de nuestros hijos.
En resumen, consideramos que la acción de venta del terreno que contiene los campos deportivos de El Cárcamo adolece de todo sentido y responsabilidad civil, así como de nociones básicas de cuidado y preservación de ecosistemas y bienestar social. Es de conocimiento público, de hermosillenses profesionistas y científicos, que esos terrenos son privilegiados y cuentan con un gran potencial de restablecerse con fuentes de agua existentes en el subsuelo, funcionando como espacios de protección ambiental y salud pública.
Citando, está claramente estipulado en el Reglamento de Desarrollo Urbano de Hermosillo, en su artículo 21, referente a la custodia del espacio público que dicta que la autoridad deberá asegurar, la preservación y restauración del equilibrio ecológico y la protección al ambiente, la imagen urbana, la conservación del patrimonio natural y cultural y el mobiliario urbano. Además, sería irresponsable no atender el llamado y el reconocimiento internacional sobre proteger las áreas verdes y ecosistemas que nos permiten mantener condiciones de vida saludables para nuestra humanidad. No es casualidad, que 4 de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de Naciones Unidas en la agenda 2030, hablan de la conservación de ecosistemas terrestres, y la creación de nuevos ecosistemas que fortalezcan la resiliencia de las ciudades ante el eminente cambio climático y de salud pública. Existe consenso nacional e internacional, y evidencia científica sobre el estrecho vínculo del bienestar social, la salud pública con los sistemas naturales.
La posición del H. Ayuntamiento de Hermosillo es además, mucho más grave, frente a la conocida intención del Gobierno del Estado de entregar 8 polígonos a empresarios en la zona que conocemos como el Parque Recreativo y el Humedal de La Sauceda; a cambio de construir un centro de convenciones para 10 mil personas, un hotel de lujo, un estacionamiento tan grande como el que se necesita para recibir al mencionado número de visitantes en automóvil y otras edificaciones comerciales, con lo cual, además de destruir el único teatro al aire libre de dimensiones considerables que existe en la ciudad, sería prácticamente imposible rescatar y restablecer los espejos de agua en las cuencas que hoy existen.
Por todo lo anterior, hacemos un llamado a la opinión pública a participar activamente en la exigencia que debemos hacer a la Lic. Célida Teresa López Cárdenas, alcaldesa de Hermosillo y a la Lic. Claudia Artemisa Pavlovich Arellano, Gobernadora del Estado de Sonora, a darnos audiencia y a ser congruentes con la promesa de velar por los intereses del pueblo que las llevó al poder.
Necesitamos recordarles que el Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, señala que el derecho a un medio ambiente sano, es el derecho fundamental de toda persona a la libertad, igualdad y a condiciones de vida satisfactoria, en un medio ambiente cuya calidad le permita vivir con dignidad y bienestar y que además a los gobiernos estatales y municipales a garantizar un desarrollo que reduzca la situación de pobreza, mejore el bienestar social, cierre las brechas de desigualdad regional, impulse la investigación y la cultura ambiental y promueva el crecimiento económico sin degradar el ambiente y agotar sus recursos naturales.
Finalmente, convocamos a resolver juntos el problema del deterioro del pavimento en la ciudad, y la necesidad planteada de apoyar a los empresarios que sufren, al igual que toda la ciudadanía más vulnerable, la tragedia inédita del Covid-19, porque tenemos plena certeza de que es posible encontrar muchas otras soluciones, sin arrebatar un ecosistema que debemos heredar a nuestros hijos. Ojalá no se repita la historia.
Atentamente:
Corredor Biológico de Hermosillo
#LaSaucedaNoSeVende
Hermosillo, Sonora a 30 de marzo de 2020
