En una democracia el gobierno no es una persona, son un grupo de instituciones plurales y lo más importante, para que un gobierno funcione adecuadamente se requiere la participación de la ciudadanía. El ciudadano sigue ausente en el discurso. Ochoa Reza habla de transparencia, pero no habla de mecanismos, habla de rendición de cuentas, pero no las pide al gobierno, no cuestiona incluso el papel de ciertos exgobernadores priistas que están en el ojo de huracán por actos de corrupción, o sea baila con la contradicción.

Por: Lizzete Sandoval

No se porque tengo la impresión, de que los líderes políticos parecen no acabar de entender o bien lo entienden y hacen como que no entienden, la realidad social que México vive.

650x432-POLIT134308_146069Los discursos de los líderes políticos, parecen hablar de una realidad subalterna, de otra dimensión desconocida. Tratan de crear una imagen recreada que no puede esconder el fondo gris.  Este fondo no puede esconderse porque el discurso político refleja los marcos de interpretación que muestran su forma de ver el mundo y la forma en la que buscan que los demás lo vean. Un discurso refleja cómo se interpretan a sí mismos y también como se construye al adversario; busca producir, reproducir o transformar prácticas sociales, culturales e históricas. Construyen una realidad, con la que buscan persuadir.

Ernesto Ochoa Reza hace un par de días con gran jubilo y sospechoso optimismo aceptó públicamente la dirigencia del CEN del PRI. Lo hizo con un discurso que poco aboga a la realidad que intenta construir, tal como lo hizo Beltrones cuando aceptó el mismo cargo, hace algunos meses. Beltrones en aquel momento centraba su discurso en una “sana cercanía” entre partido y gobierno, como clave de una nueva era para el PRI, con miras a las elecciones del 2016, donde el voto de castigo cimbró al partido; Ochoa Reza centro el suyo, presentando al presidente Peña Nieto como el “mayor activo” del partido, con miras a la elección presidencial del 2018. En ambos discursos el telón de fondo es perpetuar la inexistente brecha entre partido y gobierno, en otras palabras, seguir privilegiando la política, sobre el interés social.

¿En que coinciden los discursos de Ochoa Reza y Beltrones?

20150809083319Beltrones propuso un sana cercanía y dijo que el acercamiento con el presidente de la Republica seria “total”, ya que eran… “el partido en el Gobierno y el gobierno era Enrique Peña Nieto. Que a nadie le llame la atención. Ahí estaremos. Aquellos tiempos en los cuales se hablaba de una sana distancia están muy atrás”. ”…..trabajaremos por una unidad de intereses y un apoyo incondicional”. “Esa ‘sana distancia’ nos hizo perder la Presidencia de la República en el 2000 y el 2006, entonces no fue tan sana”.

Creo que quiso decir que la “sana distancia” les hizo  perder el control sobre los comicios, por lo tanto  el control sobre los resultados. Se le olvido que lo que en realidad hizo perder a su partido, fue la voluntad de la gente, el funcionamiento de un real sistema de partidos y un hartazgo hacia la política autoritaria del PRI.

PRI-Jorge-Carlos-Marin-INE_MILIMA20160719_0088_11Ochoa Reza propuso al presidente Peña Nieto “como el mayor activo del partido” y ha dedicado gran parte de su discurso a legitimar las reformas, acciones y resultados del gobierno de Peña Nieto. Propone un  partido que “debe restructurarse, debe ser más democrático, más transparente, vigilante de que los gobierno reflejen las exigencias del ciudadano..”, “…debe ser un vigilante de que sus gobiernos reflejen los ideales y los compromisos sociales y políticos del partido…” Se oye muy bien, lo malo es que no dice como la hará y promete una “autocrítica” alabando al presidente. Por otro lado su “mayor activo”, recibió un rechazo contundente en la contienda electoral, lo recibe todos los días, incluso lo recibe en los países a los que visita (véase la visita a Canadá en youtube). Todos menos él, nos damos cuenta de que ese “mayor activo” está jugando el papel de un “mayor lastre”. ¿Necesitara que se lo expliquen con manzanas?

Aunque son discursos diferentes, reflejan la misma realidad:

  1. Ambos intentan normalizar la cercanía entre el partido y el gobierno. Esta cercanía fue uno de los principales elementos que facilitaron la permanencia de tantos años del PRI en el poder. Un distanciamiento entre partido y gobierno no solo es sano, sino también necesario y básico para que las democracias caminen, porque cuando los gobiernos se vuelven apéndices de los objetivos de los partidos, son los objetivos de los partidos los que guían las acciones y decisiones, el bienestar y el desarrollo común quedan muy lejos. Lo pudimos ver en el caso de guardería ABC, donde fueron en realidad los objetivos partidistas electorales los que definieron la respuesta de las instituciones. Si los partidos hablan de democracia tienen que entender que, en realidad no debe haber partidos en el gobierno cuando un candidato a elección popular gana, lo hace para convertirse en un gobierno que aunque fue emanado de un partido, de ninguna manera debe seguir respondiendo a sus intereses.CLAUDIA-EPN2
  2. La intención es de nuevo legitimar el presidencialismo, colocando al presidente como un centro de poder, de donde emanan las decisiones y los recursos. En una democracia el gobierno no es una persona, son un grupo de instituciones plurales y lo más importante, para que un gobierno funcione adecuadamente se requiere la participación de la ciudadanía. El ciudadano sigue ausente en el discurso. Ochoa Reza habla de transparencia, pero no habla de mecanismos, habla de rendición de cuentas, pero no las pide al gobierno, no cuestiona incluso el papel de ciertos exgobernadores priistas que están en el ojo de huracán por actos de corrupción, o sea baila con la contradicción.

  3. Son discursos que reflejan la ceguera de los políticos cuando no reconocen que son ellos mismos los culpables de su propio declive. Minimizan e invalidan el rechazo social y hablan de una realidad que simplemente no existe. La “sana cercanía” que propuso Beltrones fue una “enferma cercanía”, que en la práctica afecta el ejercicio de los gobiernos y no permite actuar sobre las verdaderas necesidades del país. El “mayor activo” de Ochoa Reza es en realidad una muestra enferma de lealtad incondicional al presidente, que sigue perpetuando “una enferma cercanía”, la diferencia es que Beltrones se veía a él como el “mayor activo” y no al presidente. Las enfermas lealtades y las enfermas cercanías abren las puertas a la impunidad, al nepotismo, a la unilateralidad y cierran la puerta a una verdadera evaluación y una intención de reconocer y trabajar sobre las áreas de oportunidad para mejorar el ejercicio gubernamental. ¿Le sirvió de algo a Beltrones la “sana cercania” en las elecciones del 2016? ¿Este “mayor activo”, servirá para lo mismo en el 2018? Se lo dejo de tarea.

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