Lo que empezó como una reacción ante una crisis sindical, poco a poco se fue convirtiendo en un movimiento que hoy puede ser capaz de tomar las riendas del STAUS (Sindicato académico de la Universidad de Sonora).

En un principio se pensó en crear conciencia y se convocó a todos los inconformes a conjuntar esfuerzos para presentar una planilla alternativa que le compitiera la dirección sindical a la planilla dorada. En una primera reunión hubo representantes de todos los colores: platinos, amarillos, dorados disidentes, azules, naranjas y las combinaciones que se han presentado en las últimas contiendas internas.

Hubo quienes pensaron que era cuestión de tiempo para integrar a todas las corrientes internas, pero las “desiluciones” se empezaron a presentar cuando se vinieron las definiciones, sobretodo de quien habría de encabezar a la planilla unificada. Primero se retiraron los platinos, lo azules prácticamente desaparecieron y una parte de los amarillos se apartó anunciando el retiro definitivo de la “totalidad” de los mismos. Ante esto, los dorados disidentes y varios maestros independientes decidieron seguir de frente para integrar una planilla que fuera punto de referencia y que marcara una sana distancia de los grupos tradicionales manejados por cúpulas muy reconocidas al interior del campus universitario.

Se trabajó, primero, en los documentos que habrían de ser la plataforma de lanzamiento del nuevo liderazgo que estaba emergiendo. Además, se acordó que la conformación de la planilla tendría las siguientes características: 1) debiera haber un equilibrio entre maestros de horas sueltas y maestros de tiempo completo; 2) debería integrarse respetando la equidad de género, de ser posible garantizar un 50%; 3) debieran incorporarse maestros jóvenes pensando en una renovación de los liderazgos sindicales e implementar en lo inmediato, junto con ellos, un programa de formación de cuadros. Bajo estas premisas, y retomando las añejas demandas de nuestros compañeros sindicalizados surgió lo que ahora conocemos como la Planilla Negra.

Una planilla que pretende sacar de la obscuridad muchas demandas que no han sido atendidas y darle luz a un nuevo sindicato que reivindique los valores del verdadero sindicalismo: solidaridad, respeto, honestidad, transparencia, fraternidad, etc. Una planilla que expresa rebeldía, pero que al mismo tiempo ha mostrado capacidad para crear un equipo de trabajo bastante competitivo. Una planilla que se integró con liderazgos reconocidos por su gran pasión sindical y por liderazgos emergentes que siempre estuvieron a disposición de las mejores causas, pero que hoy decidieron ser ellos los protagonistas de la renovación que requiere nuestro sindicato.

Habrá, sin dudas, muchas tareas por desarrollar, pero es tal el entusiasmo con el que se integró la planilla negra que no sería sorprendente un triunfo de esta naciente organización sindical. Como diría la maestra Josefina, de la delegación de Navojoa, -no somos unos improvisados, este proyecto lleva por los menos un año de gestación y están dadas las condiciones para alzarnos con la victoria.

Isabel Dorado Auz.

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