#DíasdelFuturoPasado Volumen 11

“Pensaban que nos habíamos rendido, no sabían que solo estábamos preparando el contraataque”

Wolverine, Días del Futuro-Pasado

Hace unos días, el flamante líder de la IV transformación lanzó una declaración provocadora con el claro objetivo de polarizar opiniones, principalmente en las redes sociales que en estos meses le han servido como termómetro para medir su popularidad entre la ciudadanía. El señor lópez obrador (en minúsculas) que si algo le ha aprendido a Donald Trump –entre muchas otras cosas– es a mantener a los medios con “beefs” aburridos, declaró que le mandó una carta al pariente de francisco franco, es decir al rey de España para pedirle que ahora que se cumplen 500 años de la caída de Tenochtitlán se disculpara por la invasión de España en 1492 que trajo consigo genocidio, despojo y desplazamiento de los pobladores de este continente.

Obviamente la respuesta del gobierno español y del Borbón (ladrón) fue un categórico NO HAY DISCULPAS DE NUESTRA PARTE, además de muchos comentarios, insultos, defensas de personas de ambos países.

Esta declaración de lópez obrador (siempre en minúsculas) tuvo uno daño colateral o al menos apagó un poco, tal vez sin proponérselo, las voces de cientos de mujeres que piden justicia ante el acoso que viven día a día en distintos ámbitos. Es así, vivimos en un país donde el entretenimiento vacío y superfluo es más importante que una exigencia justa. Afortunadamente esta exigencia ha trascendido más allá de la presidencia y se mantiene la denuncia.

Pero no quiero detenerme más en esto. Es claro que cualquier disculpa, perdón o lo que se inventen desde el poder político no tiene relación alguna con la petición de justicia que los pueblos vienen haciendo desde hace muchos años. Entre cómplices del capital no puede, no habrá disculpas, ni perdones honestos, solo simulación (de cuarta), sin embargo, esto me permite escribir sobre lo que desde abajo y desde hace casi veinte años se viene trabajando sobre el perdón y la justicia; dónde los pueblos del Sur Global en colectivo con los del Norte se organizan para pedir algo más que una disculpa.

A inicios del nuevo siglo, el ala más radical de la iglesia católica que comenzaba los preparativos del Jubileo de inicios del siglo XXI invitaba a los países del Norte Global a “perdonar” las deudas económicas que los países del Sur tienen con ellos; esto como un símbolo de un nuevo comienzo en armonía para así lograr la tan anhelada y utópica paz mundial. Como era de esperarse tanto los países involucrados y las Instituciones Financieras Internacionales (IFIs) dijeron que eso no era posible, pues se corría el riesgo de que la economía global colapsara –me pregunto: ¿eso sería algo malo?–, nada que nos sorprenda sabiendo que en el capitalismo las deudas son tan importantes como el comercio y el crecimiento ilimitado, aunque esto nos lleve a un verdadero colapso civilizatorio.

Jubileo Sur Américas, 20 años de luchas contra el Colonialismo. https://twitter.com/jubileosur

Lo que si fue sorprendente es que muchos clérigos, monjas, organizaciones religiosas de base que vieron en esta petición una oportunidad de ir más allá y no solo pedir el perdón de la deuda económica, sino que se reconociera a los países del Sur Global como acreedores de una deuda histórica, social, económica y ecológica en la cual se sostiene el poder de los países del Norte y que va en aumento con el nuevo feudalismo dominado por las corporaciones transnacionales.

Esta red que tiene por nombre Jubileo Sur y que este año 2019 está cumpliendo veinte años de denunciar y exigir a los países del Norte Global, a las IFIs y las empresas transnacionales, además de los gobiernos cómplices del Sur que reconozcan, reparan y resarzan los daños causados por todos los años de extracción, privatización, despojo de los bienes naturales, así como de violencia hacia las comunidades. Jubileo Sur ha logrado en estos veinte años evidenciar que la riqueza, el poder, la hegemonía de la que gozan los países del Norte y toda su estructura que fortalece al modelo de producción-consumo se basan en la devastación, la extracción, la violencia que continua hasta nuestros días.

“Sin memoria y sin Justica es imposible un cambio” canta Tony Mejía de Los Chikos del Maíz en una maravillosa colaboración con los Habeas Corpus en la canción “¡Ay de los vencidos!”; podemos ir más allá, debemos ir más allá, el verdadero perdón tiene que ir acompañado de la justicia en todos los sentidos. Pedir o exigir una disculpa cuando se es cómplice del capital es cinismo.

El reconocimiento a los pueblos como acreedores de una deuda histórica, social, económica y ecológica se tiene que dar con una reparación de los daños, con un resarcimiento de todo el despojo y la violencia que han sufrido por siglos de dominación. Una disculpa entre cómplices del capital solo sirve para simular y mantener el modelo de producción-consumo. Pedir, ofrecer y dar disculpas solo es posible cambiando de sistema, cambiando de modelo, es la única vía posible.

Zinacantepec, Estado de México, marzo, 2019

Por: Jorge Tadeo Vargas, director de LIDECS.

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