De acuerdo a los cálculos de la la Global Footprint Network, este año necesitaremos un aproximado de medio planeta más para satisfacer las necesidades del modelo de producción-consumo actual.

Por: Jorge Tadeo Vargas J.

En la década de los setenta del siglo pasado a iniciativa del World Wildlife Fund (WWF por sus siglas en inglés) surge la Global Footprint Network (GFN), red que reúne organizaciones ambientalistas de corte conservacionistas y de justicia socio-ambiental, algunos centros de investigaciones e investigadores que hacen un ejercicio para definir en qué momento damos por terminado con los recursos que en un año la naturaleza nos puede ofrecer como especie.

14285735_1253944131329394_1153147595_oEs decir, se encarga de predecir cuándo comienza el déficit entre naturaleza y sus “servicios ambientales” y nuestro modelo de producción-consumo. Para hacer este cálculo los investigadores del GFN toman en cuenta ciertas actividades humanas en donde el peso mayor lo llevan la agroindustria, la industria pecuaria, pesquera y la expansión o crecimiento de las ciudades; estos factores los presentan también con dos causas-raíz: el uso del agua y la huella de carbono como las más importantes.

En base a esto calculan el crecimiento de dichas actividades, su relación con el deterioro ambiental y las problemáticas ambientales más significativas como son la sequía, contaminación y sobreexplotación de los mantos acuíferos, pérdida de tierras cultivables en relación al crecimiento de la mancha urbana; así como el aumento de los Gases de Efecto Invernadero y su relación con el cambio climático.

Con estos cálculos ellos pueden predecir cuando la humanidad comienza el sobregiro con la naturaleza. El primer año el sobregiro se presentó en diciembre y desde ese año este sobregiro se ha ido adelantando mes con mes. En este 2016 se presentó el 8 de agosto, es decir, que según los datos que maneja la GFN de acuerdo a sus cálculos; este año necesitaremos un aproximado de medio planeta más para satisfacer las necesidades del modelo de producción-consumo actual. Sin embargo estos datos aproximados se realizan también para cada país y así tener un cálculo de donde el modelo tiene una fuerza mayor; esto con el propósito de diferenciar cuales países consumen una mayor cantidad de bienes naturales.

El top cinco se encuentra encabezado por Australia el cual si fuera la tendencia global necesitaríamos 5.4 planetas para satisfacer nuestras necesidades. Estados Unidos, Suiza, Rusia y Corea del Norte son los que le siguen en orden descendente.

GFN_EOS_infographic_v5El mismo estudio; este año presenta al cambio climático como la causa-raíz principal del deterioro ambiental dándole un porcentaje del 60 por ciento a esta causa. El 40 por ciento restante lo reparte casi de manera equitativa en las demás causas en las que ellos basan su estudio. Aunque el estudio es importante por lo que arroja; es un estudio que no tiene un cuestionamiento de fondo hacia el modelo de producción-consumo; es decir, es innegable que el cambio climático se ha convertido en una de las crisis ambientales más agresivas de los últimos cincuenta años; y está estrechamente relacionado con el modelo de producción-consumo; por lo tanto el estudio se queda corto cuando habla de la huella de carbono como el principal factor para el sobregiro con la naturaleza.

El cambio climático es una causa-consecuencia de las actividades humanas y el estudio culpa solo al aumento de los GEI en la atmósfera; los que producen el estudio no entienden que los gases son resultado de un modelo de producción-consumo voraz, extractivo y depredador. No se niega que este aumento es la causa de muchos problemas socio-ambientales actuales; pero esto también es consecuencia de muchos otros factores.

mexicoEste estudio, que sirve como base para revisar muchos otros aspectos relacionados con la crisis socio-ambiental que vivimos en la actualidad, nos permite revisar algunas de los aspectos más generales de un modelo de producción-consumo que se basa en primer lugar en el uso de la naturaleza como una fuente inagotable de recursos que se pueden explotar sin reserva alguna, basado en el absurdo de que son “recursos renovables” que están a nuestro servicio. El otro aspecto primordial del modelo es el consumo voraz; piedra angular del sistema capitalista.

El nivel de consumo es insustentable; cada día se necesita más bienes naturales para satisfacer las demandas de consumo; con lo que el modelo de producción-consumo basado en un modelo lineal de extracción-producción-consumo-disposición se fortalece aún más dando poco o nada de espacio para otros modelos o alternativas de relacionarnos con la naturaleza.

El trabajo que año con año presenta la GFN no debe servirnos más que como un indicador de hacia dónde vamos y que es lo que tenemos que hacer para modificar este patrón de consumo; por lo tanto no debemos verlo como una realidad o una guía; sino como un indicador para la acción.

El entender que la crisis climática no es sino el resultado de una actividad industrial histórica que va dejando serios impactos en distintos niveles de la justicia socio-ambiental es dar un paso hacia los cuestionamientos necesarias para encaminar nuestras acciones hacia modelos de producción-consumo totalmente alejados del sistema económico actual. Debemos darle prioridad a nuestra relación con el ecosistema en el que convivimos y mantener una relación cíclica con la naturaleza que dé como resultado una relación equitativa con nuestros iguales, más allá de esa competencia en la que el sistema capitalista y su cara más agresiva, el neoliberalismo, nos hacen vivir.
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Mas información: http://www.footprintnetwork.org/en/index.php/GFN/