#DíasDelFuturoPasado vol.33

“Parece que va explotar, pero nunca explota
Siguen poniendo parches y la maquina está rota”
Creen que saben que, Machete en Boca (La prima)”

Hace unas columnas atrás, use este mismo epígrafe, el cual con todas las revueltas populares que se vienen dando en las últimas semanas pienso que nunca mejor dicho lo que las Machete en Boca dicen en voz de la MC la Prima. El colapso ya se siente y el sistema sigue poniendo parches, tratando de detener lo inevitable. O tal vez no está intentando detener nada, tal vez solo busca ocultar la aceleración del proceso de despojo, desplazamiento, del aumento de las zonas de sacrificio y de los Elisyum en todo el mundo. Estas nuevas revueltas legitimas y de mucho descontento son una buena excusa para esconder este colapso y el cómo la derecha se prepara para enfrentarlo y sacar provecho de él.

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Veamos: hace poco mas de 25 años, el Club de Roma advertía de los peligros del crecimiento ilimitado partiendo de la realidad de que vivimos en un planeta con límites muy bien definidos y regulados por las propias dinámicas ecosistémicas las cuales los seres humanos ignoramos, bueno, no los seres humanos, quienes las ignoran es el sistema de clases que se ha venido especializando en un modelo de producción-consumo que tiene en la revolución industrial su punto de partida y en el neoliberalismo su especialización con la apertura del libre mercado y todo lo que esto significo para el planeta en general y para los seres humanos en particular, pues con la entrada del libre comercio este modelo de producción-consumo se convirtió en el hegemónico, llevando las deudas ecológicas a un punto de no pagarse, sino de continuar avanzando en ellas por parte de las corporaciones transnacionales, las instituciones financieras internacionales y los gobiernos cómplices. En 25 años, partiendo de la declaración del Club de Roma y el informe Burtland los impactos a la naturaleza han ido en crecimiento con lo que las consecuencias ya se resienten en las poblaciones vulneradas por el sistema y en todos los ecosistemas del planeta.

El colapso, no es cómo, es cuándo.

El último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la ONU (IPCC) dice que tenemos 12 años para mitigar los impactos del cambio climático en la naturaleza, ojo, no están hablando de detener el cambio climático, sino de que sus consecuencias no sean tan desastrosas como se prevé lo serán si no hacemos algo de forma inmediata. Las refugiadas climáticas, el aumento de los océanos, los huracanes y todo con lo que ya vivimos actualmente se mantendrá, solo que si hacemos algo no serán tan dramáticos y desastrosos como si mantenemos esta tendencia que llevamos actualmente. De igual forma la Agencia Internacional de Energía nos pone en sobre aviso de que para el 2025 será imposible cumplir con la demanda de petróleo de continuar con el gasto energético actual, lo que nos lleva a preguntarnos si realmente los gobiernos están buscando modificar su matriz energética o solo están preparándose para lo inevitable, buscando con las energías mal llamadas renovables mantener la tendencia energética actual, lo cual nos lleva a otro impacto. Las energías renovables necesitan minerales, necesitan de la naturaleza y la extracción para que funcionen a gran escala como las propuestas de los gobiernos y las empresas energéticas. No hay mucha diferencia entre los impactos del uso de los combustibles fósiles y estas energías. El impacto en la naturaleza y las poblaciones cercanas se mantiene. Es decir, las zonas de sacrificio aumentan en daños, impactos y tamaño. Si a esto le sumamos el decrecimiento económico obligado por la misma crisis donde muchas empresas están cerrando sus fábricas, donde hay menos empleo o estos son precarios dejando a una clase obrera en un estado de vulnerabilidad tanto social, económica como ecológica se entiende muy bien las revueltas que se vienen dando desde hace una década de manera sistemática, que responden al momento y es ahí cuando el sistema pone los parches a la máquina para que esta no explote y continúe con la explotación (sic) de la naturaleza y las poblaciones vulneradas.

Progreso

Mientras estos parches sirven solo para ocultar el colapso civilizatorio que se nos viene encima, en el mundo se esta dando un avance de la derecha más extrema que con un discurso fascista, xenófobo, machista, patriarcal, altamente violento contra las mal llamadas minorías, va permeando en una parte de la población que ante el fracaso y la desesperación lo adoptan como suyo. Esta derecha va más allá del neoliberalismo o del capitalismo de estado, busca instaurar una nueva -vieja- forma de gobierno basada en feudos, donde las corporaciones transnacionales hacen el papel que la iglesia tuvo en el feudalismo y estos nuevos gobiernos funcionan como señores feudales, con sus ciudades amuralladas -físicas e imaginarias diría Naomi Klein– con los esclavos fuera de ellas viviendo en zonas de sacrificio desde donde se extrae los recursos para que sus Elisyum funcionen. Esta es la tendencia a la que nos acercamos peligrosamente con el avance de la derecha fascista que tiene en su otra cara al ecofascismo que la de una justificación “sustentable” para mucho de lo que hace en su capitalismo verde. Se culpa a la clase obrera y su falta de conciencia ambiental de toda la problemática y el supuesto derecho al desarrollo solo se aplica para la clase dominante, la que tiene el poder político y económico. El resto debe de sobrevivir con las consecuencias de la crisis ecológica a la que nos ha llevado este modelo de producción-consumo.

El avance de la derecha fascista, el ecofascismo, el despojo, la violencia, el neo-extractivismo, el desplazamiento de poblaciones enteras se va ocultando, quedando solo a la vista aquello que ellos quieren evidenciar. La avanzada neo-feudal esta pisando el acelerador. Su cuarta revolución industrial es un ejemplo de ello. Su propuesta es tal como lo fue a inicios del siglo XX, usar al Sur Global para materia prima de su desarrollo.

¿Qué hacer ante este escenario y el inminente colapso civilizatorio donde los fascistas se preparan para mantener el poder? Miquel Amorós propone una tesis anti-desarrollista sin llegar a la propuesta anarco-primitivas de John Zerzan y todo el grupo editorial de la revista Fith Estate de los años ochenta, proponiendo una sociedad menos tecnológica y más técnica, digamos más artesanal usando lo que ya tenemos a la mano para avanzar hacia una sociedad menos dependiente del desarrollo capitalista, mas colectiva que competitiva. Carlos Taibo, no llega al punto anti-desarrollista de Amorós y propone una especie de decrecimiento con fuertes líneas anarquistas, alejándose un poco a la propuesta de Latouche sobre esta teoría, partiendo del entendimiento de que el planeta tiene límites, que es finito. La propuesta de Taibo se basa en decrecer a la par de que se construyen espacios más comunitarios, colectivos, antes de seguir pensando en que los gobiernos tendrán una política drecrecentista.

Para mi no existe una receta de como sobrevivir a este escenario que se presenta. Pensar en que existe una sola forma ya nos mete en una estructura homogénea que es parte de los vicios actuales que tenemos desde los gobiernos. No hay más que apostar por el apoyo mutuo, la comunalidad, la horizontalidad, la colectividad para ir avanzando hacia ese mundo más justo del que muchas hablamos. Cuestionar las estructuras actuales y como estas son las responsables del colapso es un buen inicio.

*Jorge Tadeo Vargas
En activista, anarquista, biólogo, panadero artesanal y coordinador de lidecs.
@primaindie