El efecto Morena rebasó las fronteras de México, miles de migrantes mexicanos en Estados Unidos se encuentran deseosos de recibir apoyo del nuevo Gobierno Federal. Aglutinados en Morena en el extranjero, buscan un gobierno capaz de respaldar la defensa de sus derechos humanos y laborales.

El pasado sábado 2 de marzo acompañé a mi esposo a impartir un curso de capacitación. Fuimos a Phoenix, Arizona a dialogar con mexicanos que por distintas razones viven en el estado vecino y que simpatizan con Morena. Esta vez yo también participé como ponente en un conversatorio; lo hice como simpatizante de Morena.

Iniciado mi discurso en aquel grupo de 22 personas, de inmediato empecé a recibir asentimientos de cabeza ante mi exposición, entre otras cosas, les dije: simpatizo con Morena porque es un partido político que para mí representa la esperanza de un México mejor, la esperanza que me robaron los políticos que en el pasado dirigieron a nuestro país, además porque el Presidente de la República es emanado de ese partido político y cada día en su discurso me invita a ser perseverante, a encontrar la justicia social, la superación y el crecimiento económico de una sociedad lastimada por años, y me lo dice un hombre al que no se le ha demostrado ni un solo desfalco en su vida política. Pero sobre todo simpatizo con Morena porque entre sus principios se describe como un partido cuyos miembros se nutren de las luchas sociales y del entendimiento con una sociedad que se necesita solidaria y fuerte para vivir mejor.

El ejercicio de capacitación llevó casi seis horas, jóvenes, mujeres, hombres y adultos mayores pedían uno a uno participar en la discusión.

Supe que un ingeniero vino a trabajar a Estados Unidos porque laborando en México fue encargado de obras públicas, en su estado natal se le turnaban materiales de baja calidad para la construcción de puentes, “muchas veces me negué a construir con materiales que ponían en riesgo la vida de los ciudadanos, finalmente me corrieron y después no encontré trabajo” dijo.

Cada uno de los testimonios fue el reflejo de una vida carente de oportunidades por parte del Estado mexicano.

Ella, licenciada en derecho y él licenciado en comunicación, los esposos activistas sociales en México, fueron finalmente objeto de persecución política por sus ideas, obligándolos a buscar oportunidades en la ciudad de Tucson Arizona.

Un licenciado en economía que al ejercer su profesión en México recibió un salario de seis mil pesos mensuales. Una abogada que siendo secretaria de acuerdos en un juzgado fue excluida por no prestarse a solapar ilegalidades en su cargo. Una mujer guerrerense de 55 años cuyos 4 hijos la acompañan en Arizona y quien salió de su estado huyendo de la violencia y la pobreza.

Casi todos los asistentes manifestaron los motivos por los cuales ahora son “mexicanos viviendo en Estados Unidos”, y sobre todo, manifestaron sus deseos  de esperanza por una nueva política exterior de parte del gobierno mexicano.

Una política exterior que los beneficie y que empiece por nombrar un Cónsul que respete y respalde los derechos de los mexicanos en Arizona, condición que no brindaron los gobiernos pasados.  

Caray, sucede que en el estado de Arizona, como en muchos otros lugares de México, “las y los chapulines políticos” están a la orden del día. Personas oportunistas que con motivo de ocupar puestos en la Cuarta República se dicen interesados en el bienestar de México y los mexicanos.

Las personas presentes en la capacitación, que llevó el estudio sobre la historia económica y riqueza de México en el mundo, así como los principios de Morena, manifestaron el riesgo y las debilidades que se avizoran con el nombramiento del nuevo Cónsul en Arizona.

En relación a éste tema dijeron estar completamente descontentos con la posibilidad de que “una conocida mujer” de carrera política republicana y colaboradora del sheriff Joe Arpaio, sea nombrada en el cargo, esto a cambio del apoyo que dio para conseguir mayores votos de mexicanos en el extranjero.

Joe Arpaio, sheriff del centro de Arizona durante 24 años, símbolo del racismo contra los latinos en Estados Unidos, quien mantenía a los detenidos por migración, encadenados, con ropa interior rosa, durmiendo al aire libre en las infernales temperaturas de Phoenix y comiendo lo mínimo. Sheriff proclamado a sí mismo, como “el sheriff más duro de América”.1 

Francamente es una mala noticia lo que los participantes del curso comunicaron. De ser así, el nuevo gobierno se equivoca si a cambio del apoyo en campaña para obtener votos de mexicanos en el extranjero se otorgan nombramientos de Cónsul a personas de características políticas racistas contra los latinos. Esta situación sería contravenir los principios de Morena y los principios del mismo Gobierno mexicano.

Ante esta denuncia hecha en el curso respondí con lo que el mismo Presidente de México dijo en diciembre con motivo de las fiestas navideñas: Que los paisanos deben ser tratados con respeto, no deben ser víctimas de abusos y actos de corrupción, que ellos como mexicanos en el extranjero son muy importantes para la Cuarta República.

También comentamos lo que publicó SDP Noticias; que en una reprimenda que López Obrador dio a su gabinete les pidió que “no le metieran goles con nombramientos de servidores públicos con perfiles polémicos, sin preparación, con pasado oscuro o que tienen cuentas pendientes. No voy a defender lo indefendible ni sudar calenturas ajenas”.2

Al final cuando salíamos del curso, una persona me preguntó ¿usted por qué no está en Morena como su esposo? Les dije que con uno basta, que la forma en que Morena responda a México y los mexicanos está por verse, que yo también estoy deseosa y esperanzada de un mejor gobierno. Pero está por verse.

Fuentes:        1 -El País, 8 de septiembre de 2018

                        2 -SDP Noticias. 28 de febrero de 2019


Por: María Dolores Rodríguez Tepezano.

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