Tenemos, al menos, dos administraciones municipales, la primera panista y la de hoy priista, que no han tenido oficio gobernante y, por lo mismo, eso se ve reflejado en el estado de abandono en que se encuentra inmersa la ciudad capital del estado, Hermosillo.

A tal grado hemos llegado que la otrora eficiente labor de los tirabichis se ha visto mermada por los ataques constantes, desde la administración municipal teniendo como aliado a un ejército mediático, para denostar al sindicato que dirige Salvador Díaz Holguín. Consecuencia, la ciudadanía hermosillense se ha visto afectada por la carencia del servicio en varias ocasiones. Hay quienes afirman que el grado de abandono es la primera etapa que requiere el proceso de privatización del servicio, que dejaría muy buenos moches para quienes estén al frente del municipio y se espera, obviamente, que gane el Pato Lucas la alcaldía para que sea el mismo grupo político, al cual se ha adherido López Caballero, el beneficiario directo.

“Nunca habíamos tenido un gobierno tan jodido”: Salvador Díaz.

Por otro lado, podemos decir que la ciudadanía hermosillense se ha visto expuesta a constantes robos a casas habitación, pero la novedad es que ahora se ha vuelto repetitivo el robo de las cuatro llantas, rines incluidos, de carros estacionados en la vía pública. De hecho, se presentó un caso más en el interior de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad de Sonora, donde se supone que hay un cuerpo de seguridad interna que garantizaría un mejor resguardo. Ante esto, el secretario del Ayuntamiento, lejos de anunciar medidas efectivas prefirió echarles la culpa a otros y asumir que tales robos tienen tintes políticos.

También es novedad lo que acaba de ocurrir en la tienda departamental Liverpool, donde parece evidente un asalto coordinado por un grupo del crimen organizado, donde se presume la participación de al menos 6 maleantes, que no necesitaron disparar un solo tiro para robar joyas y otros enseres de dicho establecimiento.

López Caballero. Por el estilo.

Además, regresaron los homicidios e intentos de asesinatos. Tal es el caso de un joven asesinado en una plaza comercial de la colonia Libertad, al norte de Hermosillo y también el intento de asesinato en la colonia Misión, donde otro joven recibió tres impactos de bala. Se nos vienen a la mente aquellos episodios ocurridos detrás del Hospital privado San José y los asesinatos ocurridos en Walmart Quiroga y otros tantos que pusieron en el mapa delictivo a Hermosillo junto con Nogales y Ciudad Obregón.

Según se ve, para los “políticos” quien viva y quien muera no tiene mayor importancia, ya que eso no reditúa económicamente, al menos que la situación se salga de control. Lo que no saben o no quieren entender es que más temprano que tarde llegaremos a esa situación y el mazazo llegará en el momento menos esperado para ellos que han demostrado vivir en un mundo distinto al de sus representados.

Ya vamos a dejar de preocuparnos, a eso parecieran pretender llevarnos, por el incremento escandaloso a las tarifas del servicio agua potable y de transporte, del riesgo que se corre de que en un futuro cercano el ayuntamiento se deslinde de hacerse cargo de cualquier servicio público que se oferte en la ciudad. Ya tenemos concesionado el transporte, el servicio de alumbrado público y se espera que pronto se pueda concesionar el servicio de agua potable y el de recolección de basura.

Esto es, quien llegue a la alcaldía no tendrá que preocuparse por gobernar, habrá otros encargados de hacer esa chamba. Los “políticos” se dedicarán a incrementar multas e impuestos para mantener sus jugosos sueldos y hacer negocio con las licitaciones que lleve a cabo eventualmente la autoridad municipal. Y a ese paso, la policía municipal se transformará en una agencia de seguridad privada que brindará el servicio al ayuntamiento.

Solo si pierden el poder, los “políticos” que actualmente están al frente del poder público, notarán la diferencia entre ser autoridad o padecerla y de eso pueden dar nota los indiciados panistas que hoy reciben como pago la cárcel después de haber sido comparsas de los priistas que hoy les pagan con esa moneda.

Por: Isabel Dorado Auz.

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