Por Jorge Tadeo Vargas.*

ellosynosotros Si bien es cierto estamos viviendo una crisis sistémica que se siente en todos los ámbitos de la vida diaria de las personas; así como en la naturaleza, también es cierto que ante esta situación; desde abajo comienzan a crearse alternativas que nos permiten ir creando un escenario desde donde resistir a los ataques del capitalismo y su cara más voraz como lo es el neoliberalismo. Estas alternativas se presentan desde una resistencia confrontativa ante el modelo de producción-consumo hasta acciones que en teoría no son tan amenazantes para el sistema, pero que en la práctica son mucho más amenazantes para el modelo.

La crisis sistémica que vivimos en la actualidad; producto de un modelo de producción-consumo lineal; que se basa principalmente en la extracción de bienes naturales, la privatización de los bienes estratégicos (tanto naturales como sociales) y en centralizar el poder en empresas transnacionales que solo buscan beneficiar al uno por ciento de la población, mientras que el noventa y nueve por ciento es quien absorbe los costos socio-ambientales producidos por el modelo se ha vuelto insostenible.

cheranPero ya no es solo como una crisis de sistema; sino una crisis civilizatoria que no permite continuar avanzando en el mismo camino. Esta es una realidad tangible que se puede ver a nivel global y se siente a nivel local. Los países están viviendo una crisis desde donde el propio sistema capitalista está intentando aprovecharse para tomar fuerza; esto se puede observar en el terreno ganado por la derecha en Inglaterra, Argentina, el golpe de estado en Brasil y la victoria republicana con Donald Trump a la cabeza en los Estados Unidos; sumando a las reformas estructurales que se están dando o se dieron en países como España, Chile, Perú, México entre otros.

El sistema neoliberal está buscando como afianzarse aún más y mantener su hegemonía; donde las empresas transnacionales son dueñas y armadoras del modelo de producción-consumo que rige en la actualidad; mismo modelo que ha sido perpetuado desde el paso de recolectores-cazadores a la fecha; pero que tiene en la revolución industrial como primer paso y en la entrada del neoliberalismo en la década de los ochenta como segundo paso sus momentos claves para conseguir la hegemonía actual.

La entrada en vigor de los tratados comerciales internacionales, los acuerdos de cooperación que se ponen en marcha a finales del siglo pasado, son el inicio de esta nueva forma de hacer política donde las corporaciones mandan y los gobiernos pasan a ser meros gestores de las necesidades de las empresas transnacionales; de esta forma los bienes comunes y estratégicos comienzan a verse amenazados por el modelo de producción-consumo en el que se basa el sistema neoliberal para su accionar. Así tenemos que comienza una privatización voraz de la naturaleza; del trabajo que realizan los seres humanos para sobrevivir, de los bienes que necesitan para una subsistencia básica; con lo que los Derechos Humanos son violados; visibilizando una ausencia de estado y una falta de justicia socio-ambiental.

Tampoco se puede negar que ante la embestida del sistema capitalista; las comunidades afectadas se van organizando desde sus propias trincheras para ir armando una resistencia por la defensa del territorio. Se hacemos una línea del tiempo; podemos observar que ante cada intento del capitalismo por tomar fuerza; viene una represalia por parte de las comunidades. Sin embargo desde finales de la última década del siglo pasado con la fuerza que toman instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la Organización Mundial de Comercio, entre otras que van creando los mecanismos para reforzar al modelo neoliberal y darle poder a las empresas transnacionales es cuando las resistencias locales comienzan a tener un mayor eco global.

sabado1Las luchas ya no están solas en su región o localidad; sino que se vuelven globales; reconociendo que el enemigo es mayor que un gobierno y que sus afectaciones se están resintiendo en todo el planeta. Así es como surgen iniciativas globales como el Tratado de los Pueblos; la Campaña “Desmantelando el poder corporativo entre muchas otras que buscan de cierta forma crear las bases para que las empresas transnacionales no ejerzan el poder que ejercen con la impunidad que lo hacen.

También surgen una serie de observatorios que permiten denunciar las violaciones que el sistema va ocasionando sobre los Derechos Humanos de las poblaciones afectadas. Estas iniciativas son importantes pues permiten que a nivel local se vayan armando propuestas mucho más claras de cómo vivir fuera del sistema neoliberal y sus impactos; permitiendo que filosofías como el Buen Vivir o teorías como el decrecimiento, la comunalidad, puedan ir convirtiéndose en una realidad tangible a pesar del riesgo y de la amenaza que representan para el sistema.

725-gdeEn México existen una serie de propuestas que son alternativas reales al sistema neoliberal y su modelo de producción-consumo. Me centraré en un par de ellas que me parecen importantes de destacar; más allá de todos los procesos comunitarios que existen a nivel nacional; que van desde cooperativas locales, proyectos de economía solidaria, planes de Basura Cero comunitarios entre muchos otros que se están construyendo a lo largo y ancho del país. Aquí me permito destacar dos:

El primero tiene sus raíces en el levantamiento armado de 1994 por el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en el Estado de Chiapas que logró poner en el mapa de actores sociales a los indígenas. Su proyecto posterior ha sido la construcción de los Caracoles que son una serie de comunidades que se rigen por normas, usos y costumbres aprobados por todas; con una idea distinta de gobernar y de gobernanza. Los caracoles a la fecha son un ejemplo de organización comunitaria viviendo fuera del sistema; basado principalmente en una cosmovisión indígena similar al Buen Vivir. Más allá de lo que representa el EZLN a nivel nacional e internacional; su trabajo interno es un ejemplo de alternativa viva, funcionando con una idea antisistémica, de comunalidad y cooperación mutua.

buen vivirEl segundo ejemplo es el municipio de Cheran en el Estado de Michoacán; uno de los Estados con más inseguridad; donde el crimen organizado y el estado se mimetizan. Aquí la propia inseguridad y la necesidad de la población los lleva a organizarse de forma comunal; rompiendo con la idea de la democracia electoral; creando nuevas formas de relacionarse entre sí y con la naturaleza, lo que ha traído consigo un rompimiento directo con el sistema; creando nuevas formas de accionar; mucho más cercanas a la comunalidad y el apoyo mutuo. Si bien Cheran están en la construcción de una alternativa que puede ser mucho más amplia son un ejemplo de cómo ir rompiendo de forma antisistémica con el modelo de producción-consumo y creando una nueva-vieja forma de interactuar entre ellas y con la naturaleza.

Es difícil hablar de la construcción de alternativas desde ejemplos cuando tenemos una diversidad de acciones que se están construyendo desde distintas alternativas. Lo importante es destacar que ante la crisis sistémica que se presenta; no solo las empresas transnacionales y el modelo de producción-consumo están sacando provecho; sino que las mismas comunidades están mostrando que las resistencias no pueden sostenerse ante un NO rotundo; sino que este NO tiene que ir de la mano de la construcción de alternativas comunitarias, cercanas a la resistencia y creadas por las mismas poblaciones que resisten.

La esperanza de lograr sobrevivir a lo que se viene esta precisamente en eso. En la resistencia activa, propositiva, comunitaria y solidaría.

*Coordinador de campañas del Laboratorio de Investigación en Desarrollo Comunitario y Sustentabilidad, LIDECS.