Como parte del reforzamiento de la seguridad en la frontera con México, Estados Unidos además de instalar alambre de púas, la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza cerró tres carriles con dirección hacia el norte en la garita de San Isidro y uno más en Otay Mesa.

De esta forma se prepara ante la llegada de las caravanas de migrantes.

La vigilancia a lo largo de la frontera con California, Texas, Nuevo México, y Arizona se ha fortalecido desde la semana pasada.

Alrededor de 5 mil 600 militares han sido desplegados en la zona, enviados por Donald Trump.

La Patrulla Fronteriza ha realizado tres simulacros de contención en los puentes internacionales Santa Fe y Zaragoza, con apoyo de helicópteros, perros adiestrados y equipos antimotines, armados con fusiles de asalto y armas cortas.

Edgar Martínez, agregado del Departamento de Seguridad Nacional de la Embajada de Estados Unidos en México, reconoció que estas acciones son para evitar el acceso masivo de centroamericanos.

Y advirtió que quienes deseen pedir asilo, tendrán que hacerlo a través de una entrada oficial, o en caso contrario, podrán ser procesados de forma administrativa o penal, esto último podría tener como consecuencia que fueran enviados a prisión por seis meses.

Se calcula que desde este martes, unos 350 centroamericanos habrían llegado a Tijuana, justo al cumplirse un mes de que iniciaron su marcha hacia el norte.

Los primeros incluso subieron a la reja fronteriza, ante la mirada atenta de la Patrulla Fronteriza.

Según el Gobierno norteamericano, las patrullas  fronterizas registraron más de 400 mil ingresos ilegales en 2018, y en los últimos cinco años, el número de solicitantes de asilo ha aumentado un 2 mil por ciento, desbordando el sistema que tiene 700 mil casos acumulados para procesar.

(Con información de Excélsior y AFP)