La obra Para soñar que no estamos huyendo de las compañías CaféconLeche Producciones y Sociedad Activa, fue seleccionada en la Muestra Estatal de Teatro 2016 para representar a Sonora en la Muestra Regional, zona noroeste, que se realizará en La Paz, Baja California.
El jurado integrado por la directora Carmen Ramos; el actor y director Gastón Yánez y el director y productor Gabriel Figueroa, eligió en forma unánime la puesta escrita y dirigida por Ana Francis Mor.
El montaje inspirado en el clásico Ricardo III de William Shakespeare, es un ejercicio contemporáneo que juega con los estereotipos de lo mexicano. Contó con las actuaciones de Eva Lugo, Enrique López y Esmeralda García, con el apoyo en la dirección de Eva Lugo, bajo la producción de Melina Rosas y Eric Salinas.
El jurado también seleccionó una obra suplente, para presentarse en caso de que el grupo ganador no pueda asistir a la Muestra Regional: El festín de los pecados del Colectivo Cachora Solar integrado por Yadira Buendía, Julio Perea y Misuki Takaya.
El director general del Instituto Sonorense de Cultura, Mario Welfo Álvarez Beltrán, destacó la afluencia de cuatro mil personas en las catorce funciones de la Muestra, celebrada del 1 al 7 de agosto y agradeció esta respuesta al llamado de disfrutar el teatro que se hace en Sonora.
Anunció que el próximo año la compañía seleccionada tendrá una temporada en el Teatro de la Ciudad, tal como está por suceder con la Compañía Teatral del Norte que del 12 de agosto al 4 de septiembre presentará la obra No ser sino parecer, como un estímulo a su participación en la Muestra Regional y Nacional 2015.
A nombre del jurado, Gastón Yánez expuso: “Vivimos una semana de fiesta teatral, en la que hemos podido ver un poco de casi todo para muchos gustos, lo cual como conocedores de teatro siempre es muy agradecido. Llamó la atención el alto número de obras infantiles, textos clásicos y de nueva dramaturgia, montajes de comedia ligera y otras más picositas, y hubo también propuestas arriesgadas con ánimos de explorar sobre el escenario y profundizar sensaciones”.
Celebraron la asistencia del respetable público y le invitaron a ser más exigentes y constructivamente críticos. Aquí las palabras: “El teatro es, entre muchas cosas más, una herramientta capaz de despertar conciencias y crear conciencia; tiene ese poder inherente. Desde el escenario aprendamos a darlo, desde la butaquería aprendamos a pedirlo y entre los dos, aprendamos a intercambiarlo”.
Fuente: ISC
Para soñar que no estamos huyendo
Carlos Sánchez
Desde el título, por demás poético, se percibe la incertidumbre: Para soñar que no estamos huyendo.
Desde el inicio: la iluminación, la atmósfera, la utilería, las actuaciones, la transmisión de las emociones nos hacen su presa. Abrimos más los ojos y disponemos nuestros oídos. Porque, a todas luces, es previsible que aquí algo va a pasar.
Algo está pasando desde tercera llamada, ante un recinto repleto de espectadores. Cada vez somos más quienes asistimos al curso de la Muestra Estatal de Teatro 2016. La energía que se construye desde las butacas, también es magnánima.
Y en esa expectativa de la próxima escena, el siguiente diálogo, permanecemos y entendemos, encontramos.
Encontramos que Café con leche producciones y Sociedad Activa, retoman la propuesta dramática de Ana Francis Mor y con la utilería apenas indispensable, una cama como vehículo encima del desierto, el vestuario y los actores, nos propone una historia de violencia, de agandalle; nos propone una radiografía perfecta de lo pequeño que resultamos ser como personas.
Aquí la metáfora es permanente. ¿Quién no se ha visto envuelto en abusos de autoridad, en engaño desde los políticos?, ¿quién no ha sido presa de la ambición de poder que devasta?
Como bien lo apunta la sinopsis del programa, esta propuesta nos sugiere reflexionar sobre la bondad (entre comillas) de la vocación de víctima de la cultura mexicana.
No es de a gratis que el personaje que encarna el actor Enrique López, quien es un asesino de profesión, en un instante de contabilizar el tiempo, haga una pausa en el cuarentaitrés y cuarentainueve. Números estos que nos desgarran.
Aquí, en estos detalles, radica la inteligencia de la dirección de la puesta en escena.
Eva Lugo nació para actuar. Su desempeño en los escenarios así nos lo sugiere. Y en particular en esta obra,uf, toma las riendas del reparto, da lecciones de entrega, los espectadores le creemos todo y nos sumergimos junto a ella en esta historia de la que, claro, también deseamos soñar que lo que ocurre en la puesta no es realidad. Empero la realidad nos clarifica que así es esto.
El poder político, la manipulación de los medios de comunicación desde el poder económico, el exquisito olor a mierda que los dueños de las vidas del pueblo generan por placer, es también nuestra realidad.
Asistir al Teatro de la Ciudad, el jueves por la noche, quizá debió ser un aliciente para enterarnos de que sí estamos huyendo: de la violencia, del pánico, del desprecio por la vida, la facilidad burda con la que se puso de moda la palabra asesinato.
Asistir a esta puesta en escena, también puede ser un motivo para saber que huimos de nosotros mismos.
Fuente: ISC
